La rinoplastia o cirugía de la nariz es una de las operaciones de cirugía plástica estética más frecuentes. Con ella se consigue cambiar el aspecto, estructura o función de la nariz, aumentando su tamaño, variando su forma o ajustando el ángulo entre ella y el labio superior. Puede ayudar a corregir defectos de nacimiento, lesiones nasales y algunos problemas respiratorios. No existe un tipo universal de rinoplastia. Este tipo de cirugía se diseña de forma completamente personalizada, según de las necesidades y características particulares de cada persona.
El objetivo de la rinoplastia es mejorar el aspecto de la nariz al mismo tiempo que se mantiene o mejora su función respiratoria. Los procedimientos quirúrgicos plásticos de rinoplastia consisten en el modelaje de la nariz modificando tanto la arquitectura ósea como los cartílagos hasta dotarlos de la forma deseada. Puede asociarse también esta cirugía a otros procedimientos para mejorar la función respiratoria como la septoplastia (corrección del tabique nasal).
Hay dos tipos de rinoplastia:
La rinoplastia, por lo general, no requiere hospitalización. El procedimiento se realiza bajo anestesia general para tener un absoluto control del proceso respiratorio. El paciente podrá retomar sus actividades, por motivo de comodidad, tras haber retirado la férula de la nariz, evitando actividades bruscas durante unos meses.
Dependerá de la corrección de tabique que busque el paciente para su nariz. La Dra. carmen Huertas asesorará al paciente sobre los diversos aspectos morfológicos indicados para que quede en perfecta concordancia con el rostro, y mejorar siempre dentro de unas dimensiones armoniosas.
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Cuando se ha terminado el proceso de osificación de los huesos de la cara, normalmente entre los 15 y los 17 años. No obstante siempre es mejor esperar a la mayoría de edad antes de tomar la decisión de operarse.
La posibilidad de complicaciones en este tipo de intervención es muy poco frecuente. Puede producirse una infección o sangrado mayor del habitual, una reacción anómala a la anestesia, o pueden aparecer pequeñas venitas en la piel de la nariz que generalmente son transitorias (complicaciones muy raras, pero que pueden aparecer en cualquier intervención quirúrgica).
Al retirar el yeso a los diez días, la nariz tendrá una forma correcta y lo suficientemente buena para hacer una vida totalmente normal. Pero el resultado definitivo en lo que a detalles se refiere precisará de un tiempo mayor, por lo general unos seis meses.